El dormitorio es uno de los espacios más importantes de nuestro hogar. Es ahí en donde recuperamos energía y pasamos los momentos más íntimos, de modo que debe ser un espacio confortable, que invite al descanso. Por ello, hay que escoger cuidadosamente los colores para decorarlo, ya que estos influyen en nuestro estado de ánimo ¿Cuáles son los mejores colores para dormitorios y cómo podemos usarlos tanto en la decoración como en el mobiliario?, descúbrelo aquí.
Cómo decorar un dormitorio basándonos en colores
Usar tonalidades que logren armonía
El más idóneo es el blanco, pero cuando este nos aburre, los mejores tonos para pintar la habitación, de acuerdo con la psicología del color, son el azul, porque lo relacionamos con el agua y el cielo, y eso nos relaja; el verde, por su asociación con la naturaleza; el lila o lavanda, que implica magia e intimidad; y el rosa, que evoca dulzura y delicadeza. Todos ellos ayudan a crear atmósferas libres de estrés, aunque, para que funcionen, siempre deben estar en tonos claros.
Hacer combinaciones para salir de la monotonía
Si queremos variar, podemos usar más de un color, entre paredes y mobiliario, pero debemos ser cuidadosos a la hora de hacer las combinaciones. Azul y granate pueden fusionarse con beige para dar alegría y vida, mientras que el amarillo o verde con blanco son perfectos para dar luminosidad, así como el azul con lila. Para un dormitorio serio y elegante viene bien un rosa con amarillo o un gris con beige, pero si buscamos una ambientación moderna, verde, gris y blanco son los ideales.
Iluminar con LED para dar un toque de magia
Este tipo de iluminación, usada más que todo en dormitorios juveniles, además de decorativa, es funcional. Una tira LED de color alrededor del cabecero de la cama permite una luminosidad tenue y colorida, que puede ayudar a conciliar el sueño, pero también le da dinamismo y originalidad al ambiente. De igual forma, podemos colgar guirnaldas LED en la pared o en el techo para resaltar el área de la cama, así como en el borde de un mueble para diferenciar zonas.
Aportar estilo con un cabecero contrastante
Más allá de permitirnos leer o ver televisión en cama cómodamente, y evitar que nuestras cabezas golpeen la pared cuando dormimos, el cabecero forma parte de la decoración. Si nuestra habitación es pequeña, un mural o vinilo a juego con dos almohadones coloridos lucirá genial. En espacios más amplios, un tapete a cuadros con estampados distintos marcaría la diferencia, pero si deseamos algo más creativo, nada mejor que mandalas tallados en madera o estampados en telas acolchadas.
Vestir la cama con colores que induzcan al descanso
El color de la ropa de cama y la calidad del tejido influyen en el descanso, por ello, lo mejor será que usemos sábanas, fundas y edredones elaborados a partir de tejidos naturales, como el lino y el algodón, siempre en tonos pastel, ya que estos crean atmósferas relajantes. En un espacio reducido tenemos que ser mucho más estrictos, de modo que, si vamos a usar estampados, tratemos de que sean suaves, con esto le daremos al dormitorio un aire sofisticado pero discreto.
Se ha comprobado que los colores tienen un componente psicológico muy arraigado y que afectan nuestro comportamiento, por lo que hay que saber cómo utilizarlos para lograr una buena estética. Siguiendo estos valiosos consejos, descubriremos cuáles son los mejores colores para dormitorios y vamos a poder renovar este espacio de nuestro hogar sin que se altere su funcionalidad.