Blog

En la actualidad, una de las inversiones más seguras son los bienes raíces, pues entregan estabilidad y ofrecen un mayor rendimiento con el paso del tiempo. De hecho, se estima que las propiedades aumentan su valor hasta un 10% anual, dependiendo de la zona donde se adquiera la propiedad. 

Si bien, mucha gente desea comprar propiedades para mejorar su futuro, lo cierto es que no todos saben cómo iniciar, lo que les genera temor sobre el futuro de sus ahorros. Por ello, a continuación, damos una guía básica para comenzar a invertir en inmuebles y aprovechar todos sus beneficios. 

¿Cómo comenzar a invertir en propiedades?

1. Buen perfil financiero

Lo primero a considerar antes de invertir en propiedades es cultivar un buen perfil financiero. A menos que se tenga una gran cantidad de dinero ahorrado, lo común es solicitar el apoyo de un banco. Por ello, es necesario poseer un historial financiero saludable: no caer en mora excesiva, gozar de ingresos estables y realizar pagos constantes y en tiempo. Con esto aumentamos las probabilidades de conseguir un crédito hipotecario para empezar a invertir. 

Asimismo, es importante contar con antigüedad mínima de un año en nuestro trabajo actual y que el 30% de nuestro salario pueda ser destinado al pago de un crédito, sin afectar el resto de nuestras finanzas. 

2. Seleccionar la etapa indicada 

Los proyectos inmobiliarios se pueden comprar en 4 etapas, cada uno con sus propias ventajas: 

• Pre-venta. Aún no se tiene el permiso de edificación, lo que hace la compra más económica. Sin embargo, el tiempo para disfrutar del inmueble se retrasa.
• En blanco. Todavía no se construye, pero ya se tienen todos los permisos. El valor sigue siendo uno de los más bajos, sobre todo porque el dinero invertido se utilizará para comenzar la edificación. 
• En verde. Se ha iniciado la construcción, aunque, al no estar terminada, el precio sigue siendo inferior. La entrega está más cercana, lo que nos permite ir creando un plan para el inmueble.
• Proyecto terminado. El precio es el más alto, pero la entrega es inmediata. Existe mayor seguridad sobre las especificidades del inmueble.

3. Investigar el barrio

Antes de adquirir una propiedad es importante investigar la zona donde se ubica. Esto es determinante no solo en el costo, sino que en las posibilidades de que aumente su plusvalía en unos años. Tendremos que verificar su cercanía con comercios y servicios básicos, el acceso a transporte público o a avenidas importantes, la existencia de áreas verdes, los planes de desarrollo urbano, entre otros. Estos infieren directamente en la posibilidad de arrendarlo o venderlo, y por tanto en su rentabilidad. 

Para esto último, también hay que tomar en cuenta las características del edificio y el tamaño del departamento. Los proyectos que incluyen áreas comunes como gimnasios, salones de eventos o terrazas, así como terminaciones y acabados de lujo, son altamente atractivos, pues aumentan la calidad de vida de las personas. 

4. Diferencia entre precio/costo

Por último, antes de invertir, se debe conocer el costo de la propiedad en comparación con el precio que tiene en el mercado. Inversionistas más experimentados pueden directamente tasar la propiedad. Pero si esto no es posible, se tendrá que considerar la rentabilidad e investigar los precios de las propiedades en los alrededores para conseguir un estimado. De esta forma podremos tener una base para saber si el costo está inflado, o mejor aún, si está más bajo al valor del mercado.

En suma, invertir en propiedades puede parecer complicado para alguien que está comenzando, pero lo importante es investigar lo más posible acerca de la propiedad y mantener nuestras finanzas en orden. Pues así, cuando se presente la oportunidad, podremos iniciar los trámites sin complicaciones. Además, mientras mayor información obtengamos, será más fácil estimar el valor futuro del inmueble.